martes, 26 de noviembre de 2013

Restaurante el Faro, Santa Pola.

          El Restaurante el Faro  es un reconocido establecimiento ubicado en nuestra tranquila y apacible villa marinera. Lo podrás encontrar saliendo de Santa Pola dirección Alicante, justo a mano derecha, entre, lo que conocemos entre los lugareños, como el camino del butano y la carretera que lleva al faro del cabo. Lo reconocerás de inmediato cuando veas su enorme parking, en el que no tendrás ningún problema a la hora de estacionar tu vehículo. Rodeado por una extensa pinada que conforma parte de la sierra de Santa Pola, está situado en el kilómetro 89 de la nacional 332 Cartagena-Alicante.






          Unos arcos conformar la planta rectangular del rellano por el que se  accede a la entrada principal. Nada más entrar, la vistosidad y el colorido del expositor te dará cierta idea de algunos de los manjares que podrás degustar en esta casa. Todos los días es obligada la visita a la lonja de esta villa marinera. Podrás disfrutar de los mejores pescados y mariscos todos los días del año. Aquí se trata siempre con  la calidad y la mejor materia prima que nos ofrece nuestro cálido mar mediterráneo. La pesca de las aguas de esta bahía tiene su propia denominación de origen: “Peix de Santa Pola”. Y es que el pescado de nuestra villa, tratado con un poco de mimo y por unas buenas manos, es un auténtico manjar ante el que no queda más remedio que quitarse el sombrero.


          Unos cómodos sofás están dispuestos en torno a una mesa circular central, en la que se puede ojear la prensa del día y esperar tranquilamente su mesa. Esta entrada antecede al comedor principal, amplio y luminoso, distribuido en dos zonas separadas por unos grandes arcos con muebles auxiliares en donde no suelen faltar las flores. En las frías noches de invierno es muy agradable  entrar en el comedor y encontrar la chimenea con sus troncos prendidos. Es muy relajante observar las llamas y el crujir de la leña.



    Unos grandes ventanales, situados justo en frente, nos muestran parte de la terraza de verano. En ella nos ha sorprendido, alguna que otra noche de verano, una suave y refrescante brisa, de esas que erizan la piel. En esta terraza se  disfruta siempre de un entorno muy apacible. El aroma del galán de noche, la vistosidad de sus hortensias y el estrellado techo que se extiende sobre nosotros, te harán disfrutar de una agradable y placentera cena veraniega.




    Seguimos avanzando por el amplio comedor y nos adentramos en la parte en la que está nuestra magnífica bodega. Dispuesta de cara a la gente, se puede ver una escogida selección de vinos, cavas y champanes. Esa parte del comedor da a los jardines traseros, ahora vacíos, pero que durante los banquetes suelen estar repletos de gente, bien en el cóctel de bienvenida, bien moviendo el esqueleto al ritmo de la música del baile. -¡Michel y el Plata, de  BM espectáculos, hacen que la música arranque a cualquiera y se ponga a bailar!- Hasta 500 personas pueden cenar en la terraza dispuesta para estos banquetes, cuando el tiempo así lo permite. Y si el tiempo no acompaña, hasta 300 comensales podrán disfrutar de cualquier celebración en  los salones interiores.

   Hay también dos comedores más pequeños para celebraciones o reuniones más íntimas. Uno de estos reservados estuvo enfocado, durante los primeros años de andadura del   restaurante, como una barra donde se servían calamares y pescaditos con all-i-oli a tropel. Ahora es un reservado con capacidad para 25 personas, algo alejado   del comedor principal, en donde hemos visto muchas pedidas de mano, cumpleaños y aniversarios de boda. El otro reservado está preparado para 50 comensales y en las noches de verano se dispone a puertas abiertas y enfocado hacia la terraza, para los más frioleros.


     Desde el hall se accede a la zona de los aseos en la que, además de el de hombres y mujeres, se ha adaptado uno para los minusválidos.
    Empujamos las puertas abatibles y nos entramos en una zona de trabajo: aquí se encuentran las cafeteras, los mantenedores de las salsas, la maquina de limpiar las copas, la de hacer cubitos y la nevera de los caliches y licores, además del armario de las copas.. Otra puerta da acceso al corazón del restaurante: la cocina. Veintiún fogones y tres planchas forman la isleta central de trabajo. Una pizarra en la pared marca los arroces, a la vez que se cantan al cocinero . Los arroces gozan de muy buena reputación: banda, negro, con bogavante, de marisco, yaya,… y el caldero, de gallina, rodaballo o gallo Pedro, te hará perder los sentidos. Y es que cuando los griegos estuvieron por estos lares, además del comercio por trueque y una clara influencia cultural, compartieron con nosotros el legado de este  típico plato que ya hemos hecho nuestro, condimentado a partir de la sopa foccense que importaron de sus colonias.
    Distintas neveras y hornos terminan de completar esta funcional cocina, renovada y modernizada completamente, junto con la zona del fregadero, que dispone de un moderno tren de lavado, tan necesario los días de mucha faena, una bancada para la limpieza de cacerolas y paellas, y una zona con la lavadora y otros enseres para la limpieza de la ropa.
   Al fondo se encuentra el cuarto frío, donde se deshuesan los jamones de Jabugo, se preparan los lingotes de salmón, las ensaladas o cualquiera de nuestros sabrosos postres caseros.
   La puerta trasera desemboca en un amplio patio, donde se encuentran los almacenes y las taquillas donde  los empleados se cambian para el servicio.




           Pero todo esto son palabras. Nada mejor que hacer una visita a este emblemático restaurante en el que la gran familia que lo conforma le estará esperando con la clara y única intención de que disfrute de una agradable comida o cena, siempre con un trato familiar y apacible. Bodas, comuniones, aniversarios, pedidas,…. Con familia, amigos compañeros de trabajo, mamás del cole o antiguos compañeros de clase,…. Seguro que encontramos ese menú que está buscando y, como ya hemos comprobado otras veces, seguro que volveremos a vernos. Un saludo!!!

No hay comentarios:

Publicar un comentario